No salgo de mi asombro

Lunes 29 de marzo, madrugada. Programa "Los colores de la noche", conducido por el Sr. Marcelo Parente.
Una oyente de 59 años, viuda desde hace 3, hablaba al aire con el conductor, y le decía que extrañaba al marido, pese a que era un hombre "muy estricto", y no le dejaba entre otras cosas tener amigas, ya que siempre que alguna la iba a visitar, o era una "cualquiera" y no le gustaba, o era una "negra", y tampoco le agradaba al hombre.
Eso sí, nunca me hizo faltar nada, seguía diciendo, entre otras cosas de las cuales ni me acuerdo, ni quiero acordarme.
El conductor del programa la escuchaba, hasta casi asintiendo lo que esta señora decía. Yo, no salgo de mi asombro, pensé que ese discurso era del siglo pasado.

Derecho a ser diferente

Hace un tiempo, se está produciendo un fenómeno en las escuelas, que no se daba, o al menos yo no lo había percibido, que es la discriminación por ser diferente. Me refiero puntualmente a no aceptar al chico que tiene determinados valores, que hasta hace poco, eran considerados positivos.
El pibe que estudia, que respeta las normas de convivencia, que cumple con las consignas, que no se lleva materias.
No sé si se dará en todas las instituciones educativas, quiero creer que no, pero si lo noté en varias escuelas secundarias y algunas primarias.
Lo más llamativo, es que las autoridades no saben que hacer con este tema, victimizando más a la víctima y siendo cómplices de los chicos que agreden, burlan, etc. a otro que elige, convivir de una forma más tranquila.
Para dar un ejemplo, me refiero a las autoridades del Colegio García Lorca.
No puede se que rectora, profesores, celadores, tutores, digan que no saben que hacer.
Espero que se encuentren pronto caminos para resolver este tipo de conflictos, interactuando con las familias, punto de partida seguramente de la causa de tales conductas.

Basta

Déjennos vivir tranquilos.
Estamos hartos de sentir ese miedo, que despacio, sin prisa, pero sin pausa, nos meten.
Terminen con augurios nefastos, al mejor estilo de la señora Carrió.
El dólar a $10, la renuncia inmintente de la Cristina Fernández, etc.
Tenemos derecho a estar tranquilos.
Basta, por favor, basta.

Cuando decimos inseguridad

Si las víctimas de violencia doméstica, sumandas a las que mueren en accidentes de tránsito, son muchas más que las que mueren en delitos comunes: ¿de qué hablamos cuando decimos inseguridad?
Parece que puertas adentro, niños, mujeres y ancianos, están muy "inseguros", como también lo están (estamos), todos en peligro por los que no cumplen con las elementales normas para manejar un vehículo.
Y, me vuelvo a preguntar: ¿De qué hablamos cuándo decimos inseguridad?
Y, se me ocurre otra pregunta: ¿Por qué no se hablará más de todo lo que engloba eso?

Una gaseosa y papas fritas

Hoy, como casi todos los sábados, desde hace un par de años largos, vino a casa una nena, para charlar un rato,y llevarse lo que pude juntar en la semana de ropa, calzado, etc.
Haga frío, calor, o llueva. Viene casi siempre.
La acompañaba una hermanita, y le di un paquete de papas fritas y una gaseosa.
La sonrisa hermosa que me hizo de agradecimiento esa nena, me iluminó el día.
Tan poquito, y la hizo tan feliz y a mí también.
Pero en el fondo, siento una tristeza...

Violencia son muchas cosas

Plaza Flores: hoy jueves a las 17.00.
Un adolescente, arrebata la mochila de una señora y sale, por supuesto, corriendo.
Atrás varias personas, lo persiguen, y otras las alentaban al grito de: mátenlo.
El chico arroja la mochila, en la corrida, pero igual lo siguen persiguiendo. Por suerte no lo agarraron.
¿Qué era más violento, el robo, o el pedido de linchamiento de mucha gente?
Quieren cerrar el Instituto oftalmológico Lagleyze. Mañana viernes hay un abrazo para la defensa del mismo.
Es la defensa del derecho a la salud.
El cierre de ese lugar, también es violencia.
No solamente lo que nos quieren hacer creer.

Siempre los más pobres

Les sacaron el derecho a la educación, a la salud, a la vivienda.
Están resignados a su suerte, porque no saben que pueden.
Son discriminados diariamente.
Apenas asoman la cabeza, se la pisan.
Son engañados con promesas que nunca son cumplidas.
Nunca se les informa lo que les corresponde, porque no le conviene al sistema.
Los que en catástrofes como terremotos, son prácticamente "desaparecidos".
Reflexiono, para que algún día, no sean siempre los más pobres, los que paguen los platos que muchos rompen.
Ojalá pueda verlo.